BEIJING.- China espera doblar su potencia en energía solar fotovoltaica durante 2009 respecto al año anterior y llegar así a rozar los 300 megavatios instalados.
Ésta es una de las principales conclusiones que se desprende de la Feria y Conferencia Internacional de Energía Solar Fotovoltaica 2009 (IPVSEE, en inglés), que se celebra estos días en Beijing.
En 2008, el gigante asiático tenía instalados 140 megavatios de potencia y durante este año los proyectos fotovoltaicos se multiplicaron al calor de las medidas de impulso gubernamentales.
Wang Sicheng, miembro del Instituto de Investigación de Energías, perteneciente a la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NDRC, el máximo órgano de planificación económica del país), aseguró durante la feria que los nuevos parques solares iniciados este año sumarán otros 150 megavatios.
El Gobierno chino aprobó en marzo un plan de subsidio que cubre la mitad del coste de instalación de sistemas fotovoltaicos en los tejados de los inmuebles, mientras que en julio lanzó medidas similares para potenciar la instalación en tierra.
Además, el país asiático, segundo mayor consumidor de energía del mundo después de EEUU, revisó al alza su objetivo de energía solar para 2020, desde 1.800 hasta 20.000 megavatios.
En este contexto, las firmas chinas y las grandes compañías internacionales aprovechan la feria pequinesa para iniciar contactos y desarrollar posibles proyectos.
El país ya se convirtió en los dos últimos años en el principal suministrador de paneles solares, aunque no para el mercado doméstico, todavía incipiente.
China es el país con mayor potencial para el mercado fotovoltaico, como prueba el reciente acuerdo para la creación de una planta de energía solar en Mongolia Interior con una potencia de 2.000 megavatios, el mayor proyecto solar del mundo hasta la fecha y que desarrollará la firma estadounidense First Solar.
El país asiático se encuentra inmerso en una campaña de desarrollo de las energías alternativas, como la eólica y la solar, con el objetivo de reducir su excesiva dependencia de fuentes energéticas altamente contaminantes, como el carbón, que todavía supone dos tercios del consumo de China.
Según datos de la NDRC, China tiene previsto invertir cerca de dos billones de yuanes (294.000 millones de dólares, 202.000 millones de euros) en energías alternativas hasta 2020.
Por otro lado, hoy también la Corporación de Inversión de China CIC), el fondo soberano del país, anunció un acuerdo para adquirir el 20 por ciento de la firma hongkonesa GCL-Poly Energía Holdings, dedicada a la industria fotovoltaica.
La operación, anunciada a través de la página web de la CIC, ascenderá a 710 millones de dólares (475 millones de euros).
Ésta es una de las principales conclusiones que se desprende de la Feria y Conferencia Internacional de Energía Solar Fotovoltaica 2009 (IPVSEE, en inglés), que se celebra estos días en Beijing.
En 2008, el gigante asiático tenía instalados 140 megavatios de potencia y durante este año los proyectos fotovoltaicos se multiplicaron al calor de las medidas de impulso gubernamentales.
Wang Sicheng, miembro del Instituto de Investigación de Energías, perteneciente a la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo (NDRC, el máximo órgano de planificación económica del país), aseguró durante la feria que los nuevos parques solares iniciados este año sumarán otros 150 megavatios.
El Gobierno chino aprobó en marzo un plan de subsidio que cubre la mitad del coste de instalación de sistemas fotovoltaicos en los tejados de los inmuebles, mientras que en julio lanzó medidas similares para potenciar la instalación en tierra.
Además, el país asiático, segundo mayor consumidor de energía del mundo después de EEUU, revisó al alza su objetivo de energía solar para 2020, desde 1.800 hasta 20.000 megavatios.
En este contexto, las firmas chinas y las grandes compañías internacionales aprovechan la feria pequinesa para iniciar contactos y desarrollar posibles proyectos.
El país ya se convirtió en los dos últimos años en el principal suministrador de paneles solares, aunque no para el mercado doméstico, todavía incipiente.
China es el país con mayor potencial para el mercado fotovoltaico, como prueba el reciente acuerdo para la creación de una planta de energía solar en Mongolia Interior con una potencia de 2.000 megavatios, el mayor proyecto solar del mundo hasta la fecha y que desarrollará la firma estadounidense First Solar.
El país asiático se encuentra inmerso en una campaña de desarrollo de las energías alternativas, como la eólica y la solar, con el objetivo de reducir su excesiva dependencia de fuentes energéticas altamente contaminantes, como el carbón, que todavía supone dos tercios del consumo de China.
Según datos de la NDRC, China tiene previsto invertir cerca de dos billones de yuanes (294.000 millones de dólares, 202.000 millones de euros) en energías alternativas hasta 2020.
Por otro lado, hoy también la Corporación de Inversión de China CIC), el fondo soberano del país, anunció un acuerdo para adquirir el 20 por ciento de la firma hongkonesa GCL-Poly Energía Holdings, dedicada a la industria fotovoltaica.
La operación, anunciada a través de la página web de la CIC, ascenderá a 710 millones de dólares (475 millones de euros).
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